10 LECCIONES FINANCIERAS QUE NO ME ENSEÑARON EN LA UNVIERSIDAD

 

En la universidad (dependiendo de la carrera) llevamos materias como Probabilidad y Estadística, Inglés, Metodología de la Investigación, Ortografía y Redacción pero NUNCA NADIE nos enseña nada de “dinero” ni de cómo sobrellevar la vida adulta.

Es por eso que a continuación hablaremos de las lecciones financieras que necesitamos tomar en cuenta para la universidad DE LA VIDA.

1- Aprender a apartar dinero

Yo no sabía cómo organizar mis pagos, qué porcentaje de mi sueldo debe estar destinado para deudas y qué porcentaje para todas esas cosas que me hacen feliz, ¿Se puede todo?
Con el paso del tiempo (y después de varios errores) me di cuenta que sí. Todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar.

Había veces que se me iba todo el dinero en una sola cosa y de pronto me daba cuenta que tenía que pagar Netflix, los $500 que mi mamá me había prestado y también parte de mi colegiatura.

Ya después me di cuenta que existe una regla milenaria que está hecha para los grandes ahorradores del mundo:

Lo primero es destinar el 50% de tu sueldo mensual a todos tus gastos necesarios.
El 30% de tu dinero lo debes destinar a todo eso que te hace feliz.

Y finalmente, el 20% de tu sueldo tendrás que ahorrarlo, guardarlo y no tocarlo.

 

2- Clase exhaustiva para conocer al SAT

El SAT-anás es uno de los retos más grandes que debemos enfrentar en la etapa de la adultez jaja. El Sistema de Administración Tributaria puede ser tu amigo pero también tu peor enemigo, hay que llevársela bien suave con ellos y no predisponerse ni creer que todo saldrá mal.

Estos son algunos temas que pudimos haber visto en la universidad y que, nos hubieran ayudado a conocer a este ente que se hace presente una vez que comienzas con tu vida laboral.

¿Cómo hacer mi declaración anual?, ¿qué es el ISR, el IVA, RIF?, ¿Qué cosas puedo deducir?, ¿por qué tengo que declarar ante el SAT?, ¿cómo saber si soy persona física y moral?

3- Aprender a usar las tarjetas de crédito

Me hubiera encantado entender que las Tarjetas de Crédito te pueden abrir muchas puertas (literal y figurativamente), y que son productos financieros que nos permiten disponer de dinero del banco para hacer compras PERO antes de usarla a diestra y siniestra debemos entender cómo se usa.

¿Qué son los intereses y la cuota inicial?, ¿cómo distinguir entre una oferta rentable de una inútil?, ¿qué tan saludable es tener varias tarjetas de crédito?, ¿qué pasa cuando pagamos “el mínimo”?

Ojalá alguien me hubiera dicho: solo utiliza los créditos que necesites, tanto en número como en monto. Se vale tener una línea de crédito alta en la Tarjeta de Crédito, pero la idea es que no utilizar todo el dinero en una sola exhibición. ¡Una tarjeta de crédito no es una extensión de tu sueldo!

4- Hacer el súper como un pro

Miles de veces me ha ganado el antojo y termino gastando más de lo planeado o compro cosas de más que terminan echándose a perder.

Nunca ir al súper con hambre, no hacer las compras con hambre, hacer una lista de los ingredientes que vas a comprar en el súper, destinar parte de tu presupuesto para los gastos del súper y darle una oportunidad a los productos genéricos son algunos de los temas que me hubiera gustado tener en la clase de “hacer el súper como un pro”.

5- La salud mental es tan importante como la salud física

Ay, este es uno de los temas que me hubiera encantado ver en la universidad.
Ir a terapia es lo más normal del universo, no significa que estás loco/a, significa que es importante platicar de lo que llevas dentro.

Ir a terapia (para mí) ha sido como tener un hilo todo enredado en el cerebro y cuando salgo de sesión el hilo no tiene ningún nudo. Gracias a eso, he aprendido a quererme, escucharme y entenderme.

Ahora entiendo que vale la pena gastar cuando se trata de nuestro bienestar emocional. 

6- Saber venderte en una entrevista de trabajo

¿Cómo hacer que nuestra preparación cuente?, ¿qué sí hacer y qué no hacer?, ¿cómo me visto, qué digo, qué no digo?

Tener un speech poderoso para cautivar a los de RH de la empresa sin llegar al extremo de alardear, conocer la empresa, su cultura, visión, misión sin llegar al punto de parecer barbero/a y lucir profesional sin parecer que “me estoy creyendo mucho”.

7- Negociar un aumento de sueldo

Hubiera sido mágico tener un tabulador de precios en el que pudiéramos tomar referencia para cobrar por nuestros proyectos freelances o que nos hubieran hablado sobre esto:

1-Ponte un sueldo justo

Toma en cuenta cuántas horas de tu día le dedicarás al proyecto, días trabajados a la semana y tiempo que te tomará entregar el trabajo final.

2-Si el proyecto es un reto muy grande, cobra más

Así tendrás un incentivo mayor y de cierta manera, hasta te dará gusto hacer el proyecto con tal de pensar en la remuneración.

3- Tarifa mínima 

Delimita un sueldo mínimo (solo en caso de que el cliente quiera negociar un pago más pequeño) pero no te bajes de ahí.

4- Toma en cuenta a los de tu industria

Investiga cuánto cobran las personas que freelancean y hacen lo mismo que tú.

Y sobre todo, nunca olvidar esto:

“No cobro por el tiempo ni el tamaño del proyecto que haré, cobro por lo que sé hacer”.

8- Cobrar sin sentir culpa

¿Por qué nos cuesta tanto trabajo y pena cobrar? Luego pasa que la persona que te “debe” es la que se indigna y evita cuando le pides amablemente que te pague.

No debería haber ningún problema de cobrar al amigo, a la tía, al hermano al que le prestaste dinero desde hace un tiempo y que no te ha pagado.

9- Mudarte de la casa de tus papás

Nunca nadie nos dice que tenemos que pagar un depósito y una renta completa.
Que es importante mudarte cerca del trabajo, reducir gastos de transporte y evitar tiempo perdido en el tráfico.

Te recomiendo revisar colonias aledañas a la que quieres, puede que encuentres rentas un poco más bajas.

Busca un lugar que se acomode a lo que necesitas, que vaya con tu personalidad y sobre todo que sea un lugar que te guste y que te haga sentir seguro y feliz.

10- Cuidar tu historial crediticio

Hablemos de la importancia de revisar nuestro reporte de crédito y checar nuestro Score en el Buró de Crédito constantemente. Estas dos herramientas son necesarias para saber cuál es tu imagen ante cualquier prestamista.

En este punto te recomiendo revisar bien cuáles son los créditos que has tenido, cuáles siguen activos y si no hay algún error. 

Consejos:

  • – Cuida tu nivel de endeudamiento.
  • -Sé puntual con todos tus pagos.
  • – Reduce el promedio de tu deuda.
  • – No pidas varios créditos a la vez.
  • – No cambies de créditos como si fueran calcetines.

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